LA LINEA DE SOMBRA es un conjunto de pinturas realizadas en madera laminada sobre la cual se ha aplicado gesso, en forma parcial y controlada, dejando entrever la veta de la madera en los espacios libres que, siguiendo un orden geométrico estricto pero no revelado del todo, aparecen en la superficie. Estas configuraciones -que tienen su origen en geometrías encontradas en el entorno urbano y doméstico- se transforman en imágenes enigmáticas, en las que el encuentro entre la superficie blanca y tersa del gesso y la actualidad de la madera alude al encuentro entre dos planos existenciales, lo abstracto y lo concreto, lo ideal y lo real.