Los Sólidos Platónicos son los únicos cinco volúmenes “perfectos” posibles de ser construidos a partir de planos; perfectos, porque que tienen la particularidad de ser totalmente regulares. Sus caras están formadas por la misma figura -polígono- regular, se ven iguales desde cualquier vértice, y todas sus aristas tienen la misma longitud. Sus vértices son las distribuciones más regulares de 4, 6, 8 12 y 20 puntos en una esfera. Fuera de estos cinco poliedros, no existen otros sólidos que cumplan todas las propiedades exigidas, es decir, de convexidad y regularidad. La obra se enmarca dentro de un proceso de trabajo que busca establecer múltiples y variadas relaciones entre la geometría y situaciones específicas del contexto personal y social. Desde esa mirada se señalan vínculos significativos, enraizados en el universo cultural del que somos parte: entre lo racional y lo emocional, lo colectivo y lo personal, lo ideal y lo real, lo formal y lo simbólico.